Denuncia de malos tratos o abandono

El voluntariado como vía de crecimiento y realización personal para los mayores

Por Ginger Elliott, RSVP del Valle Pioneer

Abuela voluntaria feliz sonriendo a la cámaraEl tercer acto de la vida se refiere a la etapa de la vida posterior a la jubilación. Hay algo en ello que puede ser emocionante y aterrador al mismo tiempo. Es una época en la que estamos menos estrictamente definidos por nuestros papeles familiares, y es muy probable que recibamos unos ingresos suplementarios que no están relacionados con ningún trabajo actual. Puede que nos encontremos buscando un sentido más profundo a la vida, ahora que ya no estamos criando hijos o trabajando a tiempo completo. Muchos de nosotros tenemos más libertad de la que nunca antes habíamos experimentado.

Durante este tercer acto, el voluntariado nos brinda la oportunidad de desprendernos de viejos papeles que ya no encajan con nosotros, buscar nuevas experiencias y encontrar un sentido renovado del propósito. Podemos seguir sintiéndonos necesarios y productivos. También podemos obtener un nuevo sistema de apoyo y un aumento de la confianza y la autoimagen.

El voluntariado puede darnos la oportunidad de probar cosas para las que no hemos tenido oportunidades en el pasado o que pueden haber parecido fuera de nuestro alcance. Tal vez elegiste una carrera basándote en razones prácticas más que en tus propios dones e intereses individuales. Quizá tus padres te enseñaron que ciertos papeles estaban reservados sólo a los hombres o sólo a las mujeres.

¿Elegiste una carrera porque pensabas que te garantizaría seguridad económica? ¿Qué podrías haber hecho de forma diferente, si el dinero no fuera un factor decisivo? Tal vez tomaste decisiones sobre tu horario porque estabas criando hijos o porque tus padres necesitaban ayuda. Es muy posible que tus propias necesidades tuvieran que ser secundarias. Si era así, ¿sigue siendo cierto ahora?

Cuando eras joven, ¿te gustaba la música y el arte pero seguiste un camino diferente que pensabas que era más práctico? ¡Ahora podría ser el momento de volver con tu amor! Actúa con un coro u orquesta de la comunidad en un concierto para recaudar fondos, o imparte una clase de pintura en el centro de mayores de tu localidad. ¿Te gustaba jugar a las tiendas cuando eras pequeño? Hazte voluntario en una tienda de segunda mano o en la tienda de regalos de un hospital. ¿Te gusta organizar? Únete al consejo asesor de una agencia sin ánimo de lucro, o ayuda a los ancianos a pagar sus facturas mensuales.

Como adulto, ¿estás satisfecho con las elecciones que has hecho? ¿De qué te arrepientes? ¿Tienes una sensación de asuntos pendientes en tu vida? ¿Sientes una inquietud que te dice que tal vez ha llegado el momento de cambiar? En esta etapa de la vida, muchos lo hacemos.

¿Qué te hace sonreír ahora? ¿Qué cosas haces que te hacen olvidar todo lo demás? Parker J. Palmer, en su libro Deja que hable tu vida, nos dice: “Encuentra el lugar donde tu profunda alegría se encuentra con la gran necesidad del mundo”.

Las posibilidades son infinitas. El mundo tiene muchas necesidades. Las oportunidades de ayudar son tan variadas e individuales como nosotros. Encuentra algo que te hable y te aporte alegría. No tengas miedo de probar algo nuevo; si no te gusta, puedes probar otra cosa. Recuerda, ¡no tienes que hacer nada!

En general, el voluntariado se considera una actividad altruista en la que un individuo o grupo presta servicios sin ánimo de lucro en beneficio de otra persona, grupo u organización. El voluntariado suele tener por objeto promover el bien y mejorar la calidad de vida.

Son cosas maravillosas, por supuesto, pero la experiencia del voluntariado incluye a menudo la constatación de que estamos recibiendo tanto como estamos dando. Muchos de los beneficios del voluntariado son intangibles: la satisfacción del trabajo bien hecho y el orgullo de sentir que estamos haciendo del mundo un lugar mejor, por ejemplo. Pero también hay algunos beneficios muy específicos y concretos para el voluntario individual.

Hay beneficios sociales. El voluntariado nos ayuda a conectar con los demás. Nos saca de casa y nos lleva a un mayor sentido de propósito. Nos da la oportunidad de marcar la diferencia en nuestras comunidades.

Hay beneficios emocionales. El voluntariado nos ayuda a salir de nuestras propias cabezas. Para muchos, reduce los síntomas de la ansiedad y la depresión.

Hay beneficios mentales. El voluntariado nos da la oportunidad de aprender nuevas habilidades y experimentar diferentes puntos de vista. Supone un cambio de la rutina y ejercita nuestra capacidad de elección.

Sorprendentemente, el voluntariado también tiene beneficios físicos. Los estudios han demostrado que las personas voluntarias tienden a tener una presión arterial más baja y una vida más larga, por ejemplo.

Las experiencias de voluntariado más satisfactorias y duraderas son aquellas en las que las personas han logrado un equilibrio entre dar y recibir. Tomarse el tiempo necesario para encontrar un puesto de voluntariado que se ajuste a tus habilidades, intereses, valores y tiempo es una forma excelente de empezar.

Una vez que hayas identificado algunas actividades de voluntariado que crees que te satisfarán y te comprometerán, aún tienes que resolver las cuestiones prácticas. ¿Cuáles son las otras obligaciones y actividades que necesitas y para las que quieres asegurarte de que hay espacio en tu vida?

¿Cuánto tiempo tienes para dar? ¿Una o dos horas a la semana? ¿Más? Tal vez prefieras no tener un horario fijo, sino estar de guardia para acontecimientos o circunstancias especiales.

¿Tienes limitaciones físicas? ¿Puedes subir escaleras? ¿Eres incapaz de permanecer de pie durante largos periodos de tiempo? Esto no debería impedirte ser voluntario; lo que ocurre es que tendrás que encontrar un puesto que se adapte a tus necesidades.

¿Hasta dónde estás dispuesto a viajar? ¿Puedes conducir o que te lleven? ¿Necesitas un lugar de voluntariado al que se pueda acceder en transporte público?

De nuevo, el voluntariado no es algo que tengas que hacer obligatoriamente. Debe ser algo que encaje con el resto de tu vida y no al revés. No debe ser una fuente de estrés. Puede y debe ser algo que esperes con ilusión, algo que te haga feliz y algo que enriquezca tu vida.

¿Te gustaría recibir ayuda para empezar tu viaje como voluntario? RSVP of the Pioneer Valley está financiado federalmente a través de Americorps y patrocinado localmente por Community Action Pioneer Valley. En 2023, celebramos nuestro quincuagésimo aniversario. Nuestra misión siempre ha sido enriquecer la vida de los adultos de 55 años o más mediante oportunidades de voluntariado que sean gratificantes y satisfactorias para el individuo y, al mismo tiempo, beneficien a nuestra comunidad común. Actualmente tenemos cerca de 400 voluntarios activos y 51 socios voluntarios en los condados de Hampden, Hampshire y Franklin. Nos especializamos en conocer a nuestros voluntarios y socios de los centros para poder ayudarles a encontrar el ajuste perfecto. Sabemos lo que hacemos, porque más del 27% de nuestros voluntarios activos llevan 10 años o más en su puesto actual.