Disipar mitos y conceptos erróneos sobre la enfermedad mental

Octubre es el Mes de Concienciación sobre las Enfermedades Mentales. La enfermedad mental sigue siendo un tema rodeado de malentendidos y estigma, a pesar de los importantes avances de la ciencia médica y de una mayor concienciación. Estos conceptos erróneos no sólo perpetúan el estigma, sino que también disuaden a las personas de buscar la ayuda que necesitan. Disipar estos mitos es crucial para fomentar una sociedad más inclusiva y solidaria. Exploremos algunos mitos comunes y proporcionemos información precisa para contrarrestarlos.

Mito 1: Las enfermedades mentales son raras

Hecho: Las enfermedades mentales son comunes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada cuatro personas en el mundo se verá afectada por trastornos mentales o neurológicos en algún momento de su vida. En Estados Unidos, casi uno de cada cinco adultos vive con una enfermedad mental. Los problemas de salud mental pueden afectar a cualquiera, independientemente de su edad, sexo, raza o situación socioeconómica.

Mito 2: La enfermedad mental es un signo de debilidad

Realidad: Las enfermedades mentales son afecciones médicas, no defectos de carácter. Del mismo modo que la diabetes o las cardiopatías no son signos de debilidad, tampoco lo son la depresión, la ansiedad o cualquier otro trastorno mental. Están causadas por una compleja interacción de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos. Buscar ayuda para un problema de salud mental es un signo de fortaleza y autoconciencia, no de debilidad.

Mito 3: Las personas con enfermedades mentales son violentas e imprevisibles

Realidad: La mayoría de las personas con enfermedades mentales no son violentas. De hecho, es más probable que sean víctimas de la violencia que agresores. La idea de que las enfermedades mentales conducen a la violencia es un estereotipo perjudicial perpetuado por representaciones sensacionalistas de los medios de comunicación. Aunque ciertas afecciones, si no se tratan, pueden dar lugar a comportamientos preocupantes, la mayoría de las personas con problemas de salud mental llevan una vida productiva y pacífica.

Mito 4: Las enfermedades mentales son permanentes

Realidad: Muchas enfermedades mentales pueden controlarse o tratarse eficazmente. Con un tratamiento adecuado, que puede incluir medicación, terapia, cambios en el estilo de vida y apoyo, muchas personas se recuperan totalmente o controlan sus síntomas para llevar una vida plena. La salud mental es un espectro, y las personas pueden avanzar hacia una mejor salud mental con las intervenciones y el apoyo adecuados.

Mito 5: La terapia y el asesoramiento sólo son para “locos”

Realidad: La terapia y el asesoramiento son beneficiosos para cualquiera que se enfrente a retos vitales, estrés o dificultades emocionales, no sólo para quienes padecen enfermedades mentales diagnosticadas. Todo el mundo puede beneficiarse de disponer de un espacio seguro para hablar de sus sentimientos, comprenderlos y aprender estrategias de afrontamiento. Acudir a terapia es un paso proactivo para mejorar la salud mental y el bienestar.

Mito 6: Los niños no experimentan problemas de salud mental

Realidad: Los niños y adolescentes pueden experimentar y experimentan problemas de salud mental. Afecciones como la ansiedad, la depresión, el TDAH y los trastornos de conducta pueden manifestarse en los jóvenes. La intervención temprana es crucial para ayudar a los niños a desarrollar mecanismos sanos de afrontamiento y prevenir consecuencias a largo plazo.

Mito 7: La medicación es la única solución para la enfermedad mental

Realidad: Aunque la medicación puede ser una parte importante del tratamiento de muchos trastornos mentales, no es la única solución. Un plan de tratamiento integral suele incluir terapia, cambios en el estilo de vida (como dieta y ejercicio), técnicas de control del estrés y apoyo social. Las necesidades de cada persona son diferentes, y los planes de tratamiento deben adaptarse a sus circunstancias específicas.

Mito 8: Las personas con enfermedades mentales pueden “espabilar” sin más

Realidad: Las enfermedades mentales no son simplemente una cuestión de fuerza de voluntad. Decirle a alguien que “se le pase” o que “se anime” no sólo es inútil, sino que desprecia su lucha. La recuperación de una enfermedad mental suele requerir tratamiento profesional, apoyo y tiempo. El ánimo, la comprensión y el apoyo son mucho más eficaces que los consejos simplistas.

Mito 9: Los ancianos no tienen problemas de salud mental

Hecho: Los problemas de salud mental pueden afectar a los adultos mayores igual que a los jóvenes. Por desgracia, este grupo de edad suele enfrentarse a retos adicionales, como el aislamiento, la pérdida de seres queridos y problemas de salud, que pueden contribuir a los problemas de salud mental. Es un error común creer que la depresión, la ansiedad o el deterioro cognitivo son partes normales del envejecimiento. En realidad, los adultos mayores pueden beneficiarse, y de hecho se benefician, de los tratamientos de salud mental.

Promover la salud mental de los adultos mayores

Para apoyar la salud mental de los adultos mayores, el Programa de Salud Mental para Adultos Mayores (Behavioral Health Older Adult Program, BHOAP) de WestMass ElderCare es un valioso recurso. Este programa ofrece apoyo especializado a las personas mayores que se enfrentan a problemas de salud mental, con intervenciones adaptadas a las necesidades específicas de esta población. Promoviendo programas como el BHOAP, podemos ayudar a garantizar que los adultos mayores reciban la atención y los cuidados que merecen, reduciendo el estigma y fomentando el bienestar. Si tú o un ser querido tenéis problemas de salud mental, no dudes en ponerte en contacto con el programa InnerWell de WestMass ElderCare (anteriormente, Elder Mental Health Outreach) para recibir ayuda y orientación. Llama a WestMass ElderCare al 413.53839020 o envía un correo electrónico a info@wmeldercare.org.

Cómo combatir el estigma y apoyar la salud mental

      1. Edúcate a ti mismo y a los demás: Comprender los hechos sobre la enfermedad mental y compartir este conocimiento puede ayudar a combatir el estigma y la desinformación.

      1. Muestra compasión: Sé comprensivo y empático con quienes experimentan problemas de salud mental. Escucha sin juzgar y ofrece ayuda cuando sea posible.

      1. Defender la salud mental: Apoya las políticas e iniciativas que fomenten la concienciación sobre la salud mental y proporcionen recursos a quienes los necesiten.

      1. Normaliza las conversaciones: Habla abiertamente sobre salud mental en tu comunidad, lugar de trabajo y círculos sociales para ayudar a normalizar estas conversaciones y reducir el estigma.

      1. Conoce el Número: Familiarízate con la Línea Directa 988 para Suicidios y Crisis, un valioso recurso de apoyo inmediato en crisis de salud mental. Comparte este número con los demás para asegurarte de que saben dónde acudir en busca de ayuda.

    Conclusión

    Disipar los mitos sobre las enfermedades mentales es esencial para crear una sociedad en la que todos se sientan seguros buscando ayuda y recibiendo el apoyo que necesitan. Difundiendo información precisa y mostrando compasión, podemos trabajar por un futuro en el que se comprenda, respete y dé prioridad a la salud mental.